Laboratorio Médico Samalab seguirá dándote a conocer las vitaminas y minerales que ayudan a reforzar el sistema inmunológico, es importante que en estos tiempos de pandemia cuidemos nuestra salud de todas las maneras posibles.
En esta ocasión hablaremos sobre la VITAMINA C o ácido ascórbico es uno de los nutrientes más importantes de los que debemos incluir en nuestra dieta. Se trata de una vitamina liposoluble que es utilizada por tu cuerpo para reparar y mantener los tejidos celulares.
Beneficios del ácido ascórbico
Tiene efectos antioxidantes, es imprescindible para la formación de colágeno y favorece la correcta cicatrización de las heridas.
También fortalece el funcionamiento del sistema inmunitario y ayuda al organismo a aprovechar el hierro procedente de otros alimentos.
Consumir regularmente la cantidad necesaria de esta vitamina retrasa el envejecimiento de tu piel, ya que tiene un impacto saludable sobre la formación de puentes de colágeno y combate los radicales libres.
Tener desequilibrios en sus cantidades de esta vitamina puede provocar problemas de salud, por tener cantidades demasiado altas o bajas de vitamina C.
¿Qué pasa cuando hay déficit de vitamina C?
La escasez de esta vitamina produce varios síntomas relacionados con una sensación de malestar: dolor e inflamación de las articulaciones, debilidad muscular, cansancio, cambios de humor, gingivitis (inflamación y sangrado de las encías), mala cicatrización de las heridas, hematomas y pérdida del apetito.
Si esta situación se prolonga puede conducir al desarrollo del escorbuto, enfermedad que se caracteriza por los síntomas anteriores, aunque también se produce anemia y depresión.
¿Y si hay exceso?
Como es hidrosoluble, el exceso de vitamina C normalmente se elimina a través de la orina. Pero, en caso de tomar dosis demasiado elevadas por medio de suplementos (mayores de 2000 mg/día) podría producir diarrea, náuseas, acidez estomacal y dolor abdominal.
Por otro lado, ingerir regularmente dosis muy altas de ácido ascórbico también hace que aumente el riesgo de cálculos renales (piedras en el riñón).
Fuentes principales de este nutriente
Encontrar fuentes de vitamina C es muy fácil, ya que está presente en casi todas las verduras (coles, lechugas, tomates, pimientos, etc.) y frutas frescas (cítricos, fresa, kiwi, etc.).
¡Lo más importante para nosotros es tu salud!